Imprimir 

"Rockeros: el que no esté colocado, que se coloque... y al loro". Lo dijo, para tenernos entretenidos con emociones en vez de satisfacernos con soluciones, D. Enrique Tierno (más Galván que Tierno). Ahora ya hay mucha, demasiada gente sin colocar, otros están/estamos seriamente descolocados y es muy difícil estar verdaderamente al loro con toda la contaminación mediática que padecemos.

Ojalá que los partidos y organizaciones de izquierda o reformistas o progresistas o, más sencillo aún, de vocación democrática y querencia por lo colectivo, pueblo, clase o incluso multitud (ya hablaremos de ello) comiencen o terminen (hay de todo en esta viña del señor que nos explota) de abrir sus mentes, sus programas y sus locales a una agitación político-cultural permanente que tiene que utilizar toda la creatividad social, todo el saber del mundo del espectáculo, de las artes y de las ciencias (duras o blandas, puras o aplicadas) para rescatar al público cautivo de las grandes superficies, los parques temáticos y las televisiones basura y recolocarlos en el ocio creador a escala humana y, por ahí, en el lujo de pensar con cabeza y no de oídas. No debería ser difícil porque el personal se está agolpando a la puerta del supermercado sin un duro en el bolsillo. Y cuando la bolsa se vacía, la cabeza se llena de sensaciones que exigen respuestas.

Ahora que todos estamos dramáticamente familiarizados con un engañoso vocabulario político-económico-financiero, sería interesante que tanto conocimiento repercutiera en una gigantesca conversación y acción colectiva, en las barras de los bares como en los centros de trabajo, en la cola del paro, que superara las trampas de esa neolengua que quita sentido a las palabras que necesitamos para hablar de lo nuestro y elevara la comprensión lúcida de lo que pasa a través de las redes sociales hasta el ágora ciberespacial para volver después al suelo donde se disputa el poder disponer de nuestras vidas y haciendas.

En la larga cola del paro uno termina comprendiendo quién es y a quiénes se parece. Algunos se dedican todavía a sembrar dudas sobre lo que pasa, a quiénes nos pasa y lo que somos. Tenemos que mirarnos en espejos no deformantes. Es posible que no nos guste el resultado de la identificación pero ya no es posible comprarse la seda para no parecer la mona. Las sederías del neoliberalismo son totalmente excluyentes. De manera que no queda otra opción que dignificar nuestra condición simia. Y comprender que, si somos la mayoría, tenemos la oportunidad de luchar para que nuestra opinión y nuestras necesidades tengan el protagonismo que nos corresponde.

Antes, las luchas de la clase obrera se sostenían con la creación de una caja de resistencia. Ahora puede llamarse “crowdfunding” pero lo que más se busca es una caja de resonancia. Luego, y a despecho de la discusión sobre las dimensiones y utilidades de la caja, hay que arremangarse y ajustar a mano las acciones de la resistencia que ya está pasando de la denuncia y la indignación a la alternativa.

En este contexto nace esta página. que es heredera de otras iniciativas(1), de intentos de fomentar el debate y la reflexión, hija del convencimiento de que al capitalismo no se le derrota sin aprender a ver el mundo con una mirada libre de los contaminantes emocionales y de las falsas perspectivas y traspantojos que nos ofrecen sus medios de intoxicación comunicacional. Para rescatar y demostrar la validez del análisis marxista ante la necesidad de comprender lo que sucede y cómo nos sucede. Para defender rigurosamente la superioridad del socialismo sobre la barbarie neoliberal, para ofertar los puntos de vista de los que siguen pensando comunista. Para facilitar el debate y el encuentro y para contribuir, desde la perspectiva comunista, a una batalla ideológica en la que hay que desmontar no pocas falacias, interpretaciones falseadas de la historia pasada como del presente confuso, que nos intentan inocular a diario en toda clase de formatos y con variados envoltorios. "Para que no acertara la mano con la herida", que dijo Machado.

(1). Véase "Hojas de Discusión", cuyos ejemplares incluiremos en nuestra sección de Archivo.